martes, 12 de febrero de 2013

La torre de San Francisco

Después de desayunar un lunes por la mañana, siendo vacaciones de carnaval, me vestí, cogí mi bici, una libreta y un bolígrafo y me fui directo a la torre de San Francisco. Llegué a las once en punto y lo que más me llamó la atención fue que uno de los laterales se conservaba muy bien. Nada que ver con el lateral opuesto, que ha sido víctima de la destrucción por el paso del tiempo. El estado de conservación de la fachada delantera es considerablemente bueno, se hacen de notar las reparaciones en esta parte del edificio. En cambio, la fachada trasera se puede observar una conservación deplorable, exceptuando el punto culminante de la torre que se conserva perfectamente después de tanto años. En el entro de la fachada principal están esculpidas dos manos fusionadas con una cruz. Esta es la única ventana decorada de la torre.
Se nota, sobre todo al pié de la torre, que los materiales usados son pobres, es decir de mala calidad y poco resistentes. Esto colabora a que se deteriorase de forma considerable con el paso del tiempo.
Después de dar varias vueltas a la torre, torné mi mirada hacia arriba, lo que me hizo darme cuenta de que la parte que mejor se conserva de todo el edificio es el tercer cuerpo de la torre. El cuál parece estar construido por ladrillos. Esta parte del edificio está formada por cuatro salientes verticales llamados pináculos y ocho vanos, dos por cada lado, todos acabados en un arco de medio punto.
La torre de San Francisco tiene tres cuerpos, el primero, parece estar hecho con sillares (este es el material más caro que se ha empleado para construir el ex-convento de San Benito) al igual que las esquinas del resto del edificio; el segundo, se hace con argamasa, un material mucho mas pobre y de mala calidad; y el tercer cuerpo, como ya he dicho, está hecho con ladrillos. La puerta principal señala la fecha de 1998, lo cuál no entiendo porque el edificio fue construido el siglo XV.
En el interior de la Torre pude apreciar los restos de unas columnas y lo que parecían ser unos arcos sellados. Generalmente el interior se encuentra bastante destrozado. También observe que todos los vanos de la torre terminaban en arcos excepto el de la fachada principal, que ya he nombrado, y el del lateral que mejor se conserva. Los dos vanos son cuadrados, la única diferencia es que el de la fachada delantera está decorado y el otro simplemente es un vano cuadrado sin ningún tipo de decoración.
En la entrada pude distinguir con facilidad el arco gótico de medio punto. 
Cuando estaba recogiendo para irme a casa allá sobre las dos, me giré para echar el último vistazo a la torre a ver si no había visto algo importante, cuándo vi unos graffitis que estropeaban de manera atroz un monumento que ha aguantado en pié tantos años  y que seguramente no les habrá temblado el pulso a los culpables a la hora de faltar el respeto a una obra de arte que tanto trabajo ha costado  construir y mantener su existencia hasta nuestros días. 
Ahora hablaré un poco sobre la historia del monumento en cuestión.



El convento existente en Zafra de la Orden Franciscana se puede fechar en 1480. Este fue habitado desde el primer momento por los frailes de la Observancia*.


El convento de San Benito sufrirá en 1565 una ampliación de un claustro y de los dormitorios para albergar un mayor número de frailes y restauración de la torre.

La importancia de este convento viene dada por el número de frailes que albergaba en su interior, siendo cada vez mayor hasta su desaparición. En el 1671, el número de frailes era de de cuarenta y en 1790 ascendía la cifra total a cincuenta y seis.
Hacia 1809, fecha en que se venía librando la Guerra de la Independencia, se trasladan a la Enfermería que poseían en la calle Ancha un total de catorce frailes.
Tras el abandono de los frailes del convento y la posible destrucción por parte de los franceses, sólo ha quedado del mismo la torre, que se ha mantenido en pié hasta nuestros días.


A parte del convento de San Benito y la Enfermería, Zafra siempre a contado con un gran número de instituciones religiosas. Esto llego hasta tal punto que se llegó a comentar que había más religiosos que vecinos. 





*Los frailes de la Observancia: La observantes eran los practicantes de la Observancia, estos habitaban en pequeñas y sencillas moradas y exigía la práctica rigurosa. Vivían en ambiente de estrecha pobreza personal y comunitaria. A principios del siglo XVI, esta familia construyó y recibió grandes conventos y suntuosas iglesias poco acordes con la pobreza profesada.



Puerta principal de la torre










2 comentarios:

  1. Está bien enfocado, pero no debes expresar primero tu vivencia y luego hablar de la torre/convento. El texto debe ser más homogéneo, uniendo datos históricos y artísticos con tu percepción de la obra

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  2. No se como podría mejorarlo Pablo, dado que al contar la historia de la torre no puedo hacerlo en primera persona, porque no la he vivido...

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